Hoy, al conmemorar el Día del Idioma, no solo rendimos homenaje a Miguel de Cervantes Saavedra, sino que celebramos la riqueza, la profundidad y la belleza de la lengua que nos une: el español.

Nuestro idioma no es solo una herramienta de comunicación. Es identidad, es cultura, es historia. A través de las palabras construimos realidades, expresamos nuestras ideas, sentimientos y sueños. Por eso, hablar y escribir bien no es una simple formalidad: es un acto de respeto hacia los demás, y también hacia nosotros mismos.

En un mundo cada vez más acelerado, donde abundan los mensajes breves y las expresiones descuidadas, debemos recordar que el buen uso del idioma abre puertas: en lo académico, en lo profesional y en lo personal. Hablar con claridad, escribir con corrección y leer con profundidad nos hace más libres y más capaces.

Los invito, entonces, a cuidar nuestra lengua, a enriquecerla y a usarla con responsabilidad y amor. Que cada palabra que digamos sea un reflejo de lo mejor de nosotros.